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Seguridad alimentaria y transporte

En julio de 2017 escribimos un artículo titulado: “Transporte: Rechazo debido a preocupaciones de inocuidad alimentaria”.

Ese artículo se centró con un ejemplo específico; se percibió un extraño olor cuando las puertas del camión se abrieron al descargar el producto. Sugerimos solicitar una inspección gubernamental tan pronto como se detecte el olor desagradable en el momento de abrir las puertas y proceder a cerrarlas. Dependiendo de los resultados de la inspección, es posible –posible– que el receptor sea capaz de rechazar la carga debido a problemas de seguridad alimentaria. 

En años anteriores, y en particular durante la época de la pandemia de COVID-19, nos hemos encontrado otras situaciones en las que la Seguridad Alimentaria fue una preocupación luego de que el transportista sufriera un accidente o un problema mecánico. En estos casos, la empresa de transporte informó apropiadamente a los receptores de la situación. La carga parecía estar en buenas condiciones a su llegada, salvo por algunos pallets desplazados que se volvieron a apilar bien o por el hecho de haber trasladado el producto a un nuevo remolque. No obstante, aparte del retraso en la entrega, los receptores expresaron su preocupación por la seguridad alimentaria inmediatamente después de ser informados de la situación. Se preocuparon por saber quién había manipulado la carga en cuestión y si se habían seguido los protocolos de seguridad alimentaria.

El personal de la DRC fue capaz de mediar de manera informal estos casos y de ayudar a las partes a llegar a un acuerdo amistoso. Debido al énfasis actual en la seguridad alimentaria y la pandemia, no es difícil entender que nadie quiera ser responsable de romper los protocolos de seguridad alimentaria. Esto puede terminar perjudicando al consumidor final y conducir a la posible responsabilidad por cualquier repercusión legal. 

Quizá haya escuchado al personal de la DRC decir que todas las reclamaciones deben ser probadas y documentadas. Entonces, ¿qué significa eso en los casos en los que se han incumplido los protocolos de seguridad alimentaria, pero no existe una prueba real de riesgo para los consumidores?

Un reclamo de esta naturaleza es muy diferente a si el producto cumple o no con la buena llegada, o si las dos partes acordaron cambiar el contrato. Consideramos que la salud pública es primordial y que los protocolos de seguridad alimentaria para proteger a los consumidores tendrán prioridad. Por lo menos, las acciones que rompen la cadena de custodia e impiden la rastreabilidad del producto podrían considerarse como incumplimientos materiales del contrato que justifiquen un rechazo. Estamos monitoreando para determinar si esta opinión se concreta en la práctica.  

De momento, hay que seguir los protocolos y mantener a su socio comercial informado de las dificultades. No modifique una instrucción dada por el propietario del producto sin su permiso expreso, de preferencia por escrito, ya que de lo contrario usted podría asumir la responsabilidad.

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